Este artículo fue publicado el 11/11/2020

Nuestros secretos de Estambul

Si estuvieras pensando en hacer un viaje a Estambul y decidieras hacer una checklist en la que anotar los puntos de interés que no deben faltar en tu visita, estamos casi seguros de que se parecería a ésta:

✅ La Mezquita Azul.
✅ La Basílica de Santa Sofía.
✅ La Torre de Gálata.
✅ El Palacio de Topkapi.
✅ Contemplar el Bósforo y el Cuerno de Oro.
✅ Disfrutar de un concierto celebrado en la Gran Cisterna.
✅ Pasear por el Gran Bazar y por el Bazar de las Especias.

Al margen de estos lugares tan emblemáticos e imprescindibles, los secretos de Estambul esconden bellos y singulares rincones mucho menos concurridos que escapan a las rutas más conocidas por la mayoría de los viajeros que llegan a la ciudad.

Son sitios casi secretos que, como amantes de la Antigua Constantinopla, creemos que merecen ser mencionados si se quiere descubrir la cara más tradicional y autóctona de este destino.

Los secretos de Estambul en la parte moderna

Estando en la plaza Taksim, centro neurálgico de Estambul, te proponemos bajar por la avenida peatonal más famosa de la zona moderna: Istiklâl Caddesi. Ésta conecta la popular plaza con el barrio de Gálata, un sector con callecitas llenas de vida y un sinfín de restaurantes.

Muy cerca de la plaza Taksim y a orillas del Bósforo, podrás llegar caminando hasta un suntuoso palacio de la era otomana inspirado en el Palacio de Versalles. Lo reconocerás fácilmente puesto que resalta entre el resto de las construcciones por su gran tamaño. La que fuera la residencia oficial de los sultanes turcos desde 1853 hasta 1922 es hoy el edificio más grande del país. En sus 15.000 metros cuadrados hay 285 habitaciones, 43 salas, 68 lavabos y 6 baños turcos.

Sus amplios ventanales, sus puertas con vistas al estrecho, sus grandes salones en los que se conserva la decoración original, sus techos, sus lámparas de araña, sus mármoles, sus alfombras, su harén y sus cuidados jardines, te dejarán más que impresionado. Al no haber apenas elementos que te hagan sentir que te hallas en un museo, vas a poder experimentar la sensación de estar casi viendo cómo era la vida de palacio.

Después de una visita cultural, te sugerimos acercarte al distrito de Ortakoy en el cual se encuentra un entretenido barrio bohemio. Es otro de los grandes secretos de Estambul, situado al lado del primer puente colgante del Bósforo y su atractivo radica en estar bastante apartado del corazón de la ciudad.

Te recomendamos dar un paseo por sus calles durante los fines de semana y disfrutar de los mercadillos y de un buen té turco en una terraza mientras observas el mar. Si quieres ver una de las mezquitas más pequeñas y hermosas de Estambul, estás en el barrio adecuado. La Mezquita de este maravilloso barrio es un fascinante tesoro que recuerda a un palacio muy luminoso en versión reducida. En su interior destacan una serie de vidrieras coloreadas que contribuyen a crear un efecto de luz sublime.

Secretos de Estambul en la parte antigua

En la zona sur, una vez hayas cruzado el puente de Gálata, tendrás la oportunidad de pasear y de dejarte embriagar por los colores y los aromas del Bazar de las Especias. Justo antes de llegar a él hay una mezquita que para muchos extranjeros pasa desapercibida. Se trata de un pequeño y coqueto templo con cuidados mosaicos que, a pesar de su sencillez, permite permanecer en su interior viendo la vida pasar mientras se oyen los rezos y se contempla el Bósforo desde una de sus ventanas.

Después de haberte dedicado un momento de calma y de recogimiento, aprovechando que estás en el casco antiguo, puedes dirigirte a un barrio de pescadores alegre y genuino que presume de estar muy animado tanto de día como de noche. Se localiza a escasos cinco minutos de Sultanahmet, el sector con mayor afluencia turística de la ciudad en el que se sitúan varios de los monumentos de visita obligada como, por ejemplo, Santa Sofía o la Mezquita azul. Este distrito pesquero es ideal para degustar, en alguno de sus restaurantes, un delicioso pescado fresco al son de los cantes tradicionales y de la música turca en vivo. ¡Todo un espectáculo para la vista y para el paladar!

Desplazándote en taxi podrás llegar al barrio de Eyüp, otro de los secretos de Estambul y uno de sus barrios más conservadores. Aquí se ubica, desde el punto de vista religioso, su templo más importante y uno de los más sagrados del islam: la Mezquita de Eyüp. Su relevancia no se debe a sus características arquitectónicas, sino al fervor religioso que la envuelve ya que acoge los restos de Eyüp Sultan, quien fuera amigo y mano derecha del profeta Mahoma.

Así, podemos decir que es un mítico lugar de peregrinaje que recibe a numerosos fieles de todo el mundo islámico y en el que la devoción está claramente presente. El interior de este edificio, de planta octogonal, está decorado con antiguos azulejos, con motivos dorados, con bonitos candelabros y con inmensas alfombras que visten el suelo. En el exterior verás galerías cubiertas por una cúpula y un patio muy acogedor rodeado por hileras de plátanos que proporcionan una agradable sombra.

Tanto si tienes una sensibilidad especial por el arte como si no, existe, próxima a las murallas de Teodosio, una iglesia cristiana originaria del siglo VI que no te dejará indiferente. Esta iglesia, considerada mezquita en la actualidad, es uno de los mejores exponentes del arte bizantino que pueden encontrarse en el mundo.

Acostumbra a estar poco concurrida y es una grata sorpresa para los pocos afortunados que se topan con ella y cruzan sus puertas. Cabe indicar que el material constructivo empleado en aquel entonces (ladrillo y arcilla) propicia que monumentos como éste no sean tan llamativos exteriormente y que el paseante no sea capaz de imaginar la sobrecogedora belleza que se alberga entre sus muros.

Así, aunque por fuera no parece gran cosa, por dentro es una verdadera maravilla y, desde ya, te advertimos que los detalles de los techos y de las pareces reclamarán toda tu atención. El interior del santuario está ricamente cubierto por mosaicos y frescos de incalculable valor que nada tienen que envidiar a los de la Basílica de Santa Sofía. No es posible acceder a él caminando, lo más práctico es optar por trasladarse en taxi. Vale mucho la pena alejarse tanto del centro de Estambul para ir a ver esta preciosa joya, la última parada de nuestra particular ruta que nos ha encantado compartir contigo.

No te vayas sin…

Estambul es un territorio repleto de delicias gastronómicas, perfecto para deleitarte con su amplio abanico de sabores. Entre los productos ricos y variados que ofrece predominan la carne, las verduras de temporada y el pescado fresco, sin olvidar las especias que, además que conquistarte por el sabor, te seducirán por el resto de los sentidos.

No te vayas de esta gran urbe sin probar el café turco. Es de sabor fuerte y textura densa y se acompaña, habitualmente, con dulces típicos como el baklava, elaborado con hojaldre, frutos secos y miel. Al ser un café sin filtrar, deberás esperar unos minutos a que la gravedad haga su trabajo. Una vez te lo hayas tomado, ¿te atreverías a conocer tu futuro a través del poso que el café ha dejado en tu taza? En muchos establecimientos, por un módico precio, puedes descubrir qué te depara la fortuna.

Antes de despedirte de Estambul, no olvides pasar por la experiencia de darte un baño turco. Existe la posibilidad de que lo hagas en uno de los muchos hammams que están abiertos al público y que suelen ser frecuentados por la gente local. Pero si prefieres relajarte en un entorno mucho más exquisito, no dudes en acudir a un baño turco de uno de los numerosos hoteles de lujo que hay en la ciudad.

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