Viajar a Bután, el país de la felicidad eterna

Este artículo fue publicado el 20/06/2023

Bután, el Reino del Dragón del Trueno, es uno de aquellos destinos turísticos únicos que cautiva a los viajeros con sus contrastes fascinantes, su esencia espiritual y su autenticidad intacta. Una joya asiática inigualable. Ubicado en los pliegues de los Himalayas orientales, este pequeño país sin litoral ofrece una experiencia de viaje verdaderamente inolvidable. En este artículo, exploraremos los aspectos más relevantes de viajar a Bután, un extraordinario destino desde su impresionante paisaje, su humilde y rica cultura hasta sus dzongs históricos, sin olvidarnos de su hospitalaria población. 

Bután se enorgullece de su enfoque en la felicidad interna bruta, priorizando el bienestar de su población sobre el crecimiento económico. Incluso cuenta con un ministerio de la felicidad, cuyo ministro es quien pasea por las calles butanesas preguntado a turistas y residentes algo tan “sencillo” como “¿Eres feliz?”. ¡Clara declaración de intenciones!

Un pequeño gran jardín en la inmensidad de Asia

Paraíso para los amantes de la naturaleza, Bután se caracteriza por sus majestuosas montañas, exuberantes valles, bosques vírgenes y cascadas cristalinas. Desde los picos nevados de los Himalayas hasta los valles de Punakha y Paro, cada rincón de este país ofrece una vista panorámica capaz de dejar sin aire al más viajado.

El Parque Nacional de Jigme Dorji, uno de los puntos más destacados del país, alberga una increíble diversidad de vida silvestre, incluidos tigres, leopardos de las nieves y takins, el animal nacional de Bután. 

Los dzongs, los imponentes monasterios fortificados de Bután

Los dzongs son una parte integral de la cultura y la identidad de Bután. Estas fortalezas-monasterio, imponentes y bellamente elaboradas, se encuentran en todo el país y sirven como centros administrativos y religiosos.

El dzong de Punakha, conocido por su ubicación pintoresca junto al río, es uno de los más impresionantes de todos. Considerado como la “Capilla Sixtina de Bután”, este templo construido en el siglo XVII es un magnífico ejemplo de la arquitectura tradicional del país. Además, ha sido testigo de momentos históricos importantes y cuenta con innombrables tesoros culturales y religiosos.

Otro destacado es el dzong de Paro, más conocido como El Nido del tigre. Situado en el valle de Paro, se levanta majestuosamente sobre el paisaje circundante y es uno de los más antiguos y famosos del país, perfecto para visitar sus alrededores. Y si su único habitante, un monje budista, se encuentra en “casa”, podrás conocer los secretos que habitan en su interior.

Estas fortalezas sagradas son un testimonio de la rica herencia cultural de Bután y ofrecen a los visitantes una visión única de la vida espiritual y secular del país.

Los butaneses, el corazón y el alma de Bután

Conocidos por su amabilidad, su cálida sonrisa y su estilo de vida simple y pacífico, los butaneses han mantenido firmemente sus tradiciones y valores. De carácter humilde y respetuoso, como curiosidad mencionaremos que no existen fotos de la familia real actual. El rey es altamente respetado y venerado por el pueblo butanés, y se le otorga un estatus especial, de manera que, si existiese una fotografía del monarca, esta podría caer al suelo y ser pisada, ¡algo altamente impensable!

La religión juega un papel central en la vida de la población, y el budismo mahayana es la fe predominante. Los festivales religiosos ofrecen una visión fascinante de las prácticas espirituales y el folclore local. Una ocasión ideal para sumergirse en la vida cotidiana de los butaneses, además de visitar pueblos tradicionales, interactuar con los lugareños y aprender sobre sus artesanías, como la pintura tanka y la talla en madera.

¿Por dónde empezar?

Después de mostrarte las mil y una razones por las que visitar Bután, toca poner foco en dos elementos primordiales en cualquiera de nuestros viajes: la parte administrativa y el itinerario escogido para disfrutar de la experiencia hasta el último segundo.

Nuestra expedición arranca en septiembre, una época ideal para disfrutar de todo el esplendor de Bután, especialmente de dos de sus festivales religiosos:

• El Festival cultural de Thimphu, capital de Bután. Uno de los festivales más importantes y esperados de Bután en el que, durante varios días, los locales y los visitantes se congregan en el dzong de Tashichho para presenciar una variedad de danzas sagradas y rituales religiosos. El festival es una ocasión especial para la reunión de la comunidad, la expresión artística y la renovación espiritual. El escenario perfecto para presenciar la cultura butanesa, disfrutar de la música y la danza, y ser testigos de la fervorosa devoción de los lugareños.
• El Festival de Tamshing Lhakhang, ubicado en la región de Bumthang, es otro evento cultural significativo en Bután, aunque menos masificado y más humilde. Sin duda, una oportunidad única de sumergirse e interactuar en primera persona con los habitantes de la región durante esta celebración tan sumamente importante y sentirse uno más en dicha festividad.

Visitar Bután es algo muy único, no solo por la experiencia que estás a punto de vivir sino por todo lo que conlleva llegar hasta este país tan recóndito y especial. Y es que el gobierno tiene un sistema de control del turismo para preservar su cultura, medio ambiente y mantener un enfoque sostenible en el desarrollo del sector turístico limitando la cantidad de turistas que pueden ingresar al país. Turistas cuyo nivel adquisitivo y cultural es superior a la media, incluyendo, entre ellos, algunas celebridades que escogen este destino para hacer retiros espirituales. ¿Quién sabe si puedes llegar a coincidir con alguna estrella de cine?

Viajar a Bután

Viajar a Bután de manera individual es una opción un tanto ardua de conseguir. Solo en cuestiones de visados y tasas diarias, la inversión en tiempo y dinero es un hándicap para tener en consideración. Además, una vez consigas superar esta parte, te asignarán un grupo de personas con el que visitar el país. Viajar con un grupo organizado desde España es la opción más recomendada para este tipo de destinos.

En Andrómeda nos tomamos muy en serio la experiencia total de nuestros viajeros, por eso, además de escoger la temporada perfecta para visitar Bután, nos encargamos de la burocracia requerida para entrar al país.

El itinerario que tenemos disponible está diseñado al detalle, organizado de tal manera que, siempre acompañados por un guía en español, en el viaje de ida llegamos en avión a la parte más lejana de Bumthang para asistir al primer Festival cultural, una vez allí el recorrido de vuelta será por carretera, atravesando paisajes inolvidables y visitando cada uno de los templos y pueblecitos del inhóspito país para llegar, como colofón, al dzong de Paro, El Nido del Tigre.

Si todavía no te hemos conquistado y quieres darle una última vuelta a escoger este país como próxima aventura, solo añadiremos que Bután es un destino tan colorido y fotografiable que podrás captar en cada instantánea la esencia más pura de la espiritualidad budista, un recuerdo de la paz, de la tranquilidad y, sobre todo, de la felicidad vivida en este lugar tan auténtico.

Bután te espera, solo tienes que llamarnos al 93 209 19 00. Estaremos encantados de explicarte cada detalle de esta magnífica expedición.