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El cine es una forma maravillosa de viajar desde la butaca. Despierta nuestras ganas de conocer en persona las increíbles localizaciones que vemos en la gran pantalla como, por ejemplo, los desiertos.
A los desiertos de película, concretamente, dedicamos este nuevo artículo, y lo hacemos centrándonos en 5 de ellos en los que se han rodado películas que quizás hayas visto alguna vez.
Prepara las palomitas, ponte cómodo y… ¡sigue leyendo! 🏜🎬🍿
A cien kilómetros de Petra (Jordania) y ubicado en el golfo de Aqaba, se encuentra Wadi Rum (también llamado el Valle de la Luna), uno de los desiertos más bellos y fascinantes de Arabia al que te recomendamos mucho ir.
En comparación con otros desiertos, el Wadi Rum no es demasiado grande. Sin embargo, posee una magia sin igual: sus enormes colinas y dunas y la forma caprichosa de sus rocas lo hacen excepcional.
Este desierto invita a explorar en camello sus bellos rincones y a pasar una noche durmiendo bajo las estrellas en un exclusivo campamento.
Su característico color rojizo, su gran extensión y sus rocas monolíticas han servido, en su conjunto, como telón de fondo para rodar algunas películas ambientadas en otros planetas.
Una de ellas es “Marte” (2015). Este enclave es sorprendentemente similar al planeta Marte por su gama cromática de matices rojizos y anaranjados. El equipo de la película logró conseguir una integración perfecta del escenario y de los efectos visuales en este lugar.
Otros títulos filmados aquí son “El Ascenso de Skywalker” (2019) y “El regreso de la momia” (2001).
El desierto de Mojave (California) fue una de las localizaciones elegidas para la película “Encuentros en la tercera fase” (1977), un clásico de la ciencia ficción dirigido por Steven Spielberg. La historia comienza cuando unos aviones que han sido dados por desaparecidos, allá por el año 1945, aparecen de repente en el desierto de Mojave.
Se trata de uno de los desiertos más extensos y secos de Estados Unidos. Ocupa parte de los estados de California, Utah, Nevada y Arizona y está dividido en tres zonas: Death Valley, Mojave National Preserve y Joshua Tree.
Su peculiar situación geográfica de aislamiento entre las montañas y el duro clima al que se ve sometido ha propiciado una fauna y una flora endémica muy singulares.
Este desierto se caracteriza, además, por tener cauces de arroyos secos, manantiales, dunas de arena y altísimos cañones.
Aquí también encontramos agua. Está presente en los ríos Mojave y Amargosa y en los manantiales y arroyos de Cottonwood Creek y de Surprise Canyon.
A pesar de que las temperaturas son extremas (oscilan entre los -18 °C en invierno y los más de 54 °C en verano), este desierto ofrece una experiencia extraordinaria. La nieve, el viento y las lluvias son factores que no faltan en Mojave.
“Lawrence de Arabia” (1962”) se rodó en diferentes localizaciones entre las que destaca el fabuloso desierto marroquí, cuya puerta de entrada es la ciudad de Ouarzazate.
Cuando se estaba filmando la película, el equipo de pro ducción tenía muy claro que se encontraba frente a un paisaje único que ofrecía desde valles de palmeras hasta el típico desierto árido. Ante tanto potencial, decidieron crear Atlas Studios, unos estudios de cine permanentes con un enorme plató adaptable a todo tipo de escenarios, los cuales puedes visitar si eres aficionado al cine.
En este lugar, también conocido como el “Hollywood marroquí o del desierto”, se han filmado películas tan populares como “La Momia” (1999) o “Gladiator” (2000) y escenas de series tan famosas como “Juego de Tronos”.
Ouarzazate está rodeada por una cordillera de montañas y se halla nada más y nada menos que a unos 1.160 metros de altitud. Para llegar hasta esta población por carretera desde Marrakech, tardarás aproximadamente tres horas. Aunque el camino está repleto de curvas que ponen a prueba a cualquiera, sus magníficas panorámicas ayudan a olvidar rápidamente el mareo.
El director de la mítica saga de “Star Wars” eligió un desierto estadounidense para rodar algunas escenas de “El retorno del Jedi” (1983). Nos referimos al desierto de Yuma, una sección del desierto de Sonora (Arizona).
Si eres fan de “La guerra de las galaxias”, te gustará saber que aquí se situaría el gran pozo de Carkoon, donde vive el “sarlacc” que se come a los prisioneros de Jabba.
El desierto presenta unas condiciones muy extremas. Durante más de cien días al año su temperatura es superior a los 40 °C. Además, está considerado como uno de los espacios de dunas interiores más grande del país, con una extensión de más de 40 millas.
Si lo visitas podrás pasear por él y tomarte unas fotografías o divertirte subiendo y bajando las dunas a bordo de un todoterreno, un “quad” o un “buggy”.
“Priscilla, la reina del desierto” (1994) fue todo un acontecimiento. Esta “road movie” narra la historia de tres artistas de cabaret que se dirigen a actuar en un hotel de Alice Springs, en medio de la Australia profunda. Es decir, en la zona conocida como Outback, donde la gran parte del territorio es un desierto agreste y salvaje.
Para llegar a su destino, deberán hacer un viaje por carretera desde Sidney pasando por bellos y áridos parajes del desierto australiano.
La cinta es todo un espectáculo visual, ya que se pueden apreciar los tonos rojizos, marrones y ocres propios del desierto de Australia, así como sus inconmensurables cielos azules.
El viaje se rodó íntegramente en escenarios naturales y no en estudios. El recorrido superó los tres mil kilómetros y transcurrió por distintos puntos de Nueva Gales del Sur como, por ejemplo, Kings Canyon (dentro del Parque Nacional Watarrka, al oeste de Alice Springs), última ubicación del viaje de esta original trama.
Recuerda que, aunque viajar a través del cine está muy bien, hacerlo en persona está mucho mejor 😉. Contacta con nosotros llamando al 93 209 19 00 y te daremos más información sobre estos desiertos de película que algún día podrías visitar.
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