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Hoy te proponemos un viaje a medida que te llevará a Boston, Washington y Nueva York. Además de atravesar coloridos paisajes otoñales, podrás disfrutar del ambiente navideño que ya se vive en estas ciudades.
¿Estás preparado?
Comienza tu aventura americana pasando un par de días en la ciudad de Boston (Massachusetts), una de las más bonitas de Estados Unidos.
Podemos decir que es la ciudad estadounidense con mayor influencia europea y la más avanzada del país. Destaca por tener un gran número de universitarios, ya que aquí se encuentran algunas de las universidades más prestigiosas de todo el mundo como, por ejemplo, Harvard y el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT).
Es muy fácil recorrer Boston andando. Te sugerimos seguir el Freedom Trail (Camino de la Libertad), un itinerario que te llevará a ver dieciséis puntos de interés que narran la historia completa de la Revolución Americana. Te espera una colección excepcional de casas de reunión, iglesias, museos, parques, cementerios y hasta un barco. Para hacer esta ruta de unos tres kilómetros y medio de longitud, solo tienes que guiarte por los ladrillos rojos del suelo.
Entre estos sitios te llamará la atención el Boston Common, el parque urbano más antiguo de Norteamérica. Es todo un gusto sentarse en el césped e improvisar un pícnic o una siesta cuando sale el sol. Frente a él verás uno de los edificios más emblemáticos de Boston, la Casa del Estado de Massachusetts.
No te vayas sin recorrer su casco antiguo y sin degustar una buena langosta. Pero, sobre todo, no te vayas sin ver el precioso barrio de Beacon Hill. Se trata de una zona residencial plagada de majestuosas casas de estilo victoriano, salpicadas con farolas de gas de estilo “vintage”. Cuando se acerca la Navidad, es muy agradable pasear por sus callecitas empedradas mientras se observa la decoración de las puertas y de las fachadas. Y como curiosidad, te contaremos que aquí mismo se localiza el bar de “Cheers”, cuyo exterior aparecía en la famosa serie.
Te recomendamos coger un avión para llegar a nuestra próxima parada, Washington.
A diferencia de Nueva York, que crece a lo alto, esta ciudad se caracteriza por tener muchos jardines, residencias de casas bajas y amplios espacios de terreno.
Aunque aquí no haya rascacielos ni un “skyline” como el de la Gran Manzana, esta ciudad sobresale por su tranquilidad, por su limpieza, por sus numerosos monumentos dedicados a sus presidentes y héroes de guerra, por contar con los grandes edificios del Gobierno y por tener importantes museos a nivel mundial.
Al noroeste del centro y a orillas del río Potomac, se halla Georgetown. Es un pintoresco barrio en el que se encuentra la sede de la Universidad de Georgetown. Aprovecha para caminar tranquilamente por este distrito y disfruta viendo las casas de colores, las calles llenas de tiendas y las interesantes galerías de arte. ¡Te parecerá estar en el escenario de una película!
Te encantará recorrer el National Mall, una explanada verde que se extiende desde el Capitolio hasta el monumento a Washington. Durante tu paseo, te toparás con el Museo Nacional del Aire y el Espacio. Te sorprenderá su magnífica colección de aviones, entre los que destacan el Wright Flyer (avión que hizo el primer vuelo propulsado y controlado en 1903) y el Air Force One (usado por primera vez por J.F.K.), entre otros.
En la orilla opuesta al National Mall y a tan solo 20 minutos a pie del monumento a Lincoln, tienes el Cementerio de Arlington, el más célebre de Washington. La sensación de ver el mar de tumbas blancas, en las que descansan los veteranos de todas las guerras en las que ha participado la nación, es sobrecogedora.
Muy cerca de Washington y haciendo uso del metro, podrás conocer una ciudad muy singular del estado de Virginia, Alexandria. Íntimamente relacionada con la fundación de los Estados Unidos, en Alexandria se respira historia en cada uno de sus rincones. La mejor forma para conocer la esencia de este pueblo colonial conservado es dirigiéndote a Old Town. Aquí tendrás la oportunidad de apreciar la belleza de las tabernas y de las casas de los siglos XVIII y XIX.
Seguidamente, dirígete en coche a Nueva York. Por el camino, encontrarás tres lugares en los que te detendrás.
El primero es Madison County, un pueblo situado en el estado de Iowa. Sus seis puentes cubiertos fueron la inspiración de la aclamada novela y posterior película “Los puentes Madison”. Históricos, abandonados y con un encanto único, son el gran atractivo de esta zona.
La segunda parada es Dutch Country, la comunidad Amish del condado de Lancaster (Pennsylvania). Se trata de una agrupación de cristianos de doctrina anabaptista conocidos por su rechazo a la tecnología moderna. Te será sencillo verlos conduciendo sus carruajes o trabajando el campo con caballos y utensilios manuales. Para hacer noche en Lancaster, puedes dormir en un hotel. Pero si quieres descubrir el modo de vida de esta comunidad de una manera más cercana, el cual no ha cambiado casi nada desde el siglo XVII, puedes alojarte en una auténtica casa amish.
A la mañana siguiente, conduce hasta llegar a Philadelphia. En las calles de esta ciudad se congrega una parte importante de la historia de Estados Unidos. Podrás visitar el Independence Hall (el lugar donde se firmaron la Declaración de Independencia y la Constitución), la Casa de Betsy Ross (la mujer que cosió la primera bandera de Estados Unidos) o la The Liberty Bell (un icono de la independencia y la abolición de la esclavitud en el país).
El plato fuerte de este viaje a medida es, sin duda, el último tramo: Nueva York
Si es tu primera vez en la ciudad que nunca duerme, te sugerimos quedarte en ella de cuatro a siete días. Recuerda que Nueva York es un destino en sí mismo. Hay un sinfín de emplazamientos para contemplar Manhattan desde distintos puntos de vista, muchos barrios interesantes y un montón de cosas que hacer.
Por esta razón, Nueva York es uno de esos lugares a los que puedes ir cada año sabiendo que siempre encontrarás algo nuevo que descubrir. A continuación, te dejamos una lista de algunas actividades que no debes perderte. ¡Toma nota!:
– Ir a Harlem a una misa góspel un domingo por la mañana.
– Bajar a Central Park a comer un perrito caliente.
– Subir durante el día al Top of the Rock, el mirador del Rockefeller Center.
– Subir por la noche al Empire State.
– Pasear por Chinatown y Little Italy.
– Divertirte en los barrios bohemios del Soho y Greenwich Village.
– Hacerte una foto en el Puente de Brooklyn.
– Subir a la corona de la Estatua de la Libertad.
– Ir a High Line, uno de los rincones de moda de la ciudad.
¿Te animas a conocer la costa este de los Estados Unidos? Tanto si te apetece pasar unas vacaciones otoñales en este destino, como si deseas vivir en él la Navidad, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Llámanos al 93 209 19 00 y te diseñaremos un viaje a medida para que disfrutes al máximo de esta época tan mágica del año.
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