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En el sudeste de la península arábiga, Omán emerge como una joya de contrastes, donde la antigua cultura se entrelaza con impresionantes paisajes naturales. Sin duda, este país combina aventura, historia y serenidad. ¿Quieres adentrarte un poco más en todo lo que Omán tiene para ofrecerte? ¡Sigue leyendo!
Muscat, la capital de Omán, cautiva a los visitantes con su mezcla de modernidad y tradición. En el corazón de la ciudad se encuentra el magnífico Palacio de Al Alam, residencia del sultán y un ejemplo de la arquitectura islámica contemporánea.
Los zocos y mercados de la ciudad brindan una experiencia sensorial, donde se pueden encontrar desde especias aromáticas hasta tejidos exquisitos. Además, Muscat alberga la Gran Mezquita del Sultán Qaboos, una obra maestra arquitectónica adornada con intrincados detalles y un fastuoso candelabro de cristal.
Lejos de la bulliciosa ciudad, los tesoros fascinantes de Omán aguardan su descubrimiento. Es primero de ellos es Wadi Al Arbeieen, un oasis en el desierto que sorprende con sus piscinas de aguas límpidas rodeadas de palmeras y acantilados de piedra caliza. Suena bien, ¿verdad? Aquí, los viajeros pueden disfrutar de un refrescante baño y explorar las antiguas aldeas cercanas.
Cerca de Wadi Al Arbeieen se encuentra Bimmah Sinkhole, una monumental formación geológica creada por el colapso de una caverna subterránea. Otro oasis de aguas azules que te invita a nadar y a relajarte en un entorno único.
El tercer tesoro por descubrir es la playa Fins. Con su arena blanca y aguas turquesas, es un paraíso costero que contrasta con el árido desierto de Omán. Aquí se puede practicar snorkel y ser testigo privilegiado de los vibrantes arrecifes de coral y, por supuesto, dejarse arropar por el cálido sol. La playa es también un lugar popular para el avistamiento de delfines y tortugas marinas, que encuentran refugio en las tranquilas aguas del golfo de Omán.
Y es para estas últimas que se erige la Reserva de Tortugas Jinz de Ras Al-Jinz, un espacio que proporciona la posibilidad de observación de vida silvestre. En ella se puede presenciar el increíble espectáculo de las tortugas verdes anidando en la playa durante la temporada de reproducción. Los esfuerzos de conservación han permitido que este sitio se convierta en un santuario vital para estas criaturas en peligro de extinción.
Y de las playas y oasis de aguas cristalinas pasamos al árido Desierto de Wahiba. También conocido como el Desierto de Sharqiyah, es un paisaje de dunas ondulantes que se extiende hasta donde alcanza la vista.
Una de las actividades más emocionantes son los safaris en 4×4, ideales para adentrarte en la auténtica vida beduina. Además, las dunas de Wahiba, ya de base, obsequian con un telón de fondo espectacular para la fotografía y la contemplación, especialmente al amanecer y al atardecer, cuando el desierto se ilumina con tonos dorados y rosados.
Si eres de aquellos que no se van de un territorio hasta descifrar cada uno de sus secretos, ¡toma nota de los siguientes lugares!
El Mercado de Ibra, uno de los más antiguos y animados de la región, contiene una gran variedad de productos locales, desde especias exóticas hasta artesanías hechas a mano.
No te pierdas Jabrin, una impresionante fortaleza del siglo XVII, testimonio de la grandeza arquitectónica y el poder de los antiguos sultanes de Omán.
Y si lo que quieres es experimentar en tus propias carnes lo que es la palabra ‘Edén‘, tienes al alcance de tu mano Jebel Akhdar (o la Montaña Verde), Wadi Bani Awf y Bilad Sayt, 3 oasis de vegetación en el desierto, conocidos por sus terrazas de cultivo donde los visitantes pueden disfrutar del senderismo, de la escalada en roca y de la hospitalidad de las comunidades locales.
Cabe mencionar, también, que las ciudades y pueblos de Omán muestran una ventana a la vida cotidiana y a las tradiciones del país. Nizwa, con su famoso fuerte y su animado mercado, es un destino imperdible si estás en la zona. Al Hamra, un encantador pueblo de adobe, es un remanso de tranquilidad donde los viajeros pueden explorar casas milenarias y callejuelas estrechas.
Finalmente, las Islas Daymaniyat son un archipiélago situado en el golfo de Omán que forma parte de una reserva natural protegida, siendo hogar de una gran variedad de vida marina, incluyendo corales coloridos, peces tropicales, tortugas marinas, mantarrayas y tiburones ballena, entre otros. Los visitantes pueden explorar los arrecifes de coral y admirar la increíble biodiversidad submarina que habita en estas aguas.
Debido a su importancia ecológica, las Islas Daymaniyat están protegidas y solo se permite el acceso con permisos especiales. Esto garantiza la conservación de su entorno y la preservación de su rica vida marina para las generaciones futuras.
Aunque es difícil plasmar las maravillas de un país como Omán en un solo artículo, si se ha despertado en ti la inmensa (y comprensible) necesidad de visitarlo, estás de suerte.
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