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Luces, artesanía, delicias gastronómicas, casetas de madera, villancicos… Los mercados navideños destilan magia durante las fiestas y nos brindan la oportunidad de comprar en ellos algún que otro regalo.
Ya que falta muy poco para que llegue la Navidad, queremos dedicar este artículo a algunos de los mercados navideños más bonitos que se celebran en las plazas de Europa Central.
Zúrich cuenta con el mercado navideño cubierto más grande de Europa. Es una ventaja y una opción excelente si aprieta el frío y comienza a llover.
Se encuentra en el vestíbulo de la Estación Central y reúne más de ciento sesenta puestos con una cuidada decoración. En ellos se pueden comprar preciosos adornos para la casa y para el árbol de Navidad.
Hablando del árbol de Navidad, en este espacio hay uno que mide quince metros de altura y que está vestido con más de cinco mil detalles de cristal Swarovski.
Uno de sus puntos positivos es que se halla justo al lado del lago de Zúrich, donde verás una pista de patinaje sobre hielo y muchos puestecitos de comida.
Otro mercado navideño imprescindible de Zúrich es el que está ubicado en el casco antiguo, concretamente en una plaza del barrio de Niederdrof. En Werdmühleplatz, podrás disfrutar de la música en directo de las corales y de sus más de cien paradas en las que se comercian diferentes artículos: velas, mermeladas orgánicas, panes, textiles, joyería, etc.
Desde que en 2019 el mercado navideño de Tallin fue galardonado como el mejor de toda Europa, se ha convertido en un destino muy deseado durante las fiestas.
Se organiza en el centro histórico medieval de la ciudad, exactamente en la plaza del Ayuntamiento, la cual data del siglo XV. En este lugar podrás encontrar numerosas casetas entre las que se venden productos artesanales y comida local. Estas están ordenadas alrededor del enorme árbol de Navidad que se alza en el centro de la plaza.
No te vayas sin probar algunas especialidades de la región como la morcilla, el pan de jengibre o el repollo agrio. También te recomendamos entrar en calor con una deliciosa taza de “glögg”. Se trata de un vino caliente que se ofrece en distintas variedades y que es bastante similar al que se bebe en Alemania.
El símbolo de Tallin, muy presente en sus festividades navideñas, es Vana Toomas, un antiguo guerrero que se localiza en lo alto de la torre del Ayuntamiento. Así que, si tienes el placer de pasear por la zona, ¡levanta la vista y búscalo!
El ambiente navideño que se vive en el mercado de la plaza Vörösmarty, una de las más bonitas y céntricas de la ciudad, es extraordinario.
Tiene un gran árbol de Navidad y más de cien puestos de madera en los que se venden artesanía y productos típicos de la cocina húngara. Degusta el tradicional “pastel de chimenea” (un dulce enrollado cuya forma recuerda a una chimenea) acompañado de una infusión o de un vaso de “forralt bor”, la versión húngara del vino caliente con especias.
Aprovecha para dar un agradable paseo alrededor de la Basílica de San Esteban. Descubrirás una pista de hielo y quedarás encantado al contemplar la sorprendente decoración.
Si tienes tiempo, sube a la Colina de Buda y divisa la población de Budapest iluminada desde el Bastión de los Pescadores. ¡Las vistas son estupendas!
Viajar a Brujas en Navidad es algo que todos deberíamos hacer al menos una vez en la vida.
En estas fechas y hasta finales de enero, las calles se engalanan y se llenan de brillo y de decoración navideña. La ciudad parece, aún más, sacada de un cuento. ¡No es raro que te cruces con hermosos carruajes tirados por caballos!
El gran acontecimiento llega siempre con la inauguración del mercado de Navidad, situado en Grote Markt. Esta emblemática plaza se vuelve tremendamente acogedora en esta época del año. Incluso las fachadas de los edificios cercanos son adornadas con luces que resaltan sus singulares siluetas.
El mercado de Brujas cuenta con un árbol de Navidad, una habitual exposición de esculturas de hielo y una pista de patinaje, además de un gran número de casetas en las que se venden productos hechos a mano y todo tipo de opciones gastronómicas.
Pide un chocolate caliente y vive la Navidad belga caminando por el centro medieval mientras admiras su bella arquitectura.
El mercado de Navidad de Dresde es uno de los más antiguos de Europa, ya que se celebra desde 1434.
Se instala en la plaza Altmarkt y se presenta siempre con una pirámide escalonada de casi quince metros de altura.
A pesar de que el Striezelmarkt ha sufrido algunos cambios a lo largo de su historia, no ha perdido ni un ápice de su esencia original. Tanto los niños como los adultos suelen disfrutar aquí de un ambiente festivo, auténtico e inspirador.
Si viajas a Dresde y vas a esta increíble feria, debes, sí o sí, saborear sus delicias culinarias, tomar “glühwein” (vino caliente especiado con clavo y canela) y llevarte un “cascanueces” (soldado de madera) como recuerdo.
Completa la experiencia asistiendo a un concierto de Adviento, recorriendo el casco antiguo y visitando la Frauenkirche, una Iglesia barroca con una imponente cúpula.
Deja que te envuelva la magia de estas fechas y contacta con nosotros, llamando al 93 209 19 00, para obtener más información sobre estos u otros mercados de Navidad. ¡Ho, ho, ho! 🎅🏻
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